Desde pequeña me gustaba el misterio, lo paranormal, lo sobrenatural y todo eso.
Mis padres me contaban historias de terror, que conseguía llamar más la atención en mi, mi curiosidad crecía cada día más , el miedo no era una emoción que utilizara seguido, ya que sabía que nadie, por más que quisiera, podría estar solo alguna vez.
A medida que fui creciendo, fui adoptando distintas historias del mismo rango, al terminar mis estudios escolares como universitarios, decidí irme a vivir a una casa que se encontrará a las afuera de la ciudad, así que empecé a buscar anuncios de casas a precio razonable, hasta que un anuncio logró llamar mi atención, éste decía:
¡En venta! Casa antigua a las afueras de la ciudad, amueblada y espaciosa , a precio razonable, contiene alberca y salida al bosque, ideal para aclarar ideas, si le interesa llamar al número que proporcionamos abajo.
Entonces, no dude en llamar al número, me atendió un hombre mayor, ya que su voz era forzada, ronca y muy débil. Quedé de ir a ver la casa al día siguiente, recuerdo que no conseguí pegar un ojo en toda la noche, la emoción me consumía por dentro.
Al día siguiente, en la tarde, fui a donde se hallaba la misteriosa pero encantadora casa antigua, allí me esperaba el anciano hombre con las llaves en su mano mientras que en la otra sostenía una linterna. Luego de presentarnos, nos introducimos en la casa, me enseñó todos los sitios, como las habitaciones, los baños, la sala, el comedor, el sótano y el ático. Se encontraba muy descuidado todo, al tener muchos años sin que nadie la habitara, pero podía modificarla y adaptarla a mis espacios.
Al salir al patio, me enseñó la alberca, lo cuál quedé encantada con ella, era enorme, solo había que limpiarla un poco. Al otro lado de la alberca, se hallaba el bosque, que me daba una enorme sensación,la cual sería difícil de explicar, pero era como si algo me llamara o algo me guiará hacía allí, sé que no entenderán, como dije antes, es una sensación difícil de explicar.
En fín,le dije al anciano que la compraría, entonces, después de firmar el contrato e hacer todos los papeles, sólo tendría que esperar unos días a que conectasen la luz en la casa, ya que por ése motivo el anciano llevaba la linterna en su mano.
En esos días fui empacando todas mis cosas, la cual no eran muchas, ya que la casa estaba totalmente amueblada y sólo tenía que llevar ropa y objetos personales.
Al llegar el día, me despedí de mis padres y me fui a mi nuevo hogar, empecé limpiando de arriba a abajo toda la casa, hasta dejarla reluciente e impecable.
Al anochecer, empecé a preparar la cena tranquilamente, hasta que escuché una pequeña risa, volteé enseguida, para ver de donde provenía aquél sonido quisquilloso. Al no hallar movimiento alguno, creí que era mi imaginación, entonces seguí cocinando, al terminar de cocinar, puse mi plato en la mesa, olvidé los utensilios así que fui por ellos, al volver quedé impactada, en la mesa se hallaba un plato de más, que contaba con dos utensilios, en el centro de la mesa se hallaba un florero vacío, el cual había colocado yo anteriormente, pero ahora tenía unas flores bellísimas. Después de un minuto de quedar impactada, reaccioné y decidí recoger el plato sobrante junto con los utensilios e ir a guardarlos, después de cenar y ducharme, me dirigí hacia mi habitación, al acostarme sentí la misma sensación que había sentido al acercarme a el bosque, ya siendo las dos de la madrugada logró conseguir el sueño.
Al día siguiente, al despertar hallé sobre mi cama un vestido blanco y sobre él una tarjeta que decía:
Luce este hermoso vestido. Con cariño, Maia.
Al leer la tarjeta me sobresalté, entonces pensé que se trataba de una broma de mal gusto, al levantarme corrí por toda la casa para ver si había alguien o quizás alguien vivía allí al estar la casa deshabitada, pero no hallé a nadie dentro y menos afuera. Al entrar, me dirigí a la cocina para preparar el desayuno, listo el desayuno decido llevarlo a la mesa, al colocarlo miro hacía atrás y veo una sombra que pasa corriendo muy rápidamente, al voltear completamente, decido correr esa sombra, pero ya había desaparecido, entonces me doy cuenta que se trataba de algo más que una persona común y corriente.
Entonces decido poner un plato de más mientras desayuno, al levantar mi plato lo llevo a la cocina y al volver los alimentos desaparecieron sólo se encontraba el plato, los utensilios y la taza con restos de comida, sorprendida al mismo tiempo que contenta, decido juntar todo para llevarlos a lavar.
Luego entró a mi habitación y allí estaba el vestido blanco con aquella tarjeta, entonces me lo pongo y empiezo a llamar a ése ser, que según la tarjeta respondía a el nombre de Maia, para saber si era una niña, coloco sobre la mesa unas hojas de papel y lápices de colores, al retirarme de la sala, me dirijo hacía mi habitación, donde me quedo una hora pensando en mi siguiente movimiento, en eso escucho nuevamente la risa quisquillosa y decido acercarme de apoco a la sala, entonces veo a una pequeña niña que vestía un hermoso vestido celeste que no era de esa época, acompañado de un listón de el mismo color y zapatitos negros.
Aquella preciosura estaba de espaldas de modo que no lograba verme, así fue que decidí acercarme lentamente, hasta estar detrás de ella, luego en voz baja digo:
-Hola, Maia…
La niña sale tan rápidamente corriendo que en un segundo desaparece, entonces, luego de recoger los dibujos tomo pequeños caramelos y los colocó en el suelo formando una fila hasta mi habitación, en eso me voy a la cocina, llevando los dibujos realizados por Maia.
En esos dibujos sabía que podía haber un mensaje oculto, en el primer dibujo se hallaba una familia conformada por un padre, una madre y una pequeña niña, que según mi entender podía ser ella, en el segundo dibujo se hallaba el rostro de un hombre con ojos rojos, lo cual parecía un monstruo maligno y por último en el tercer dibujo una mujer acostada con un charco de sangre, que aparentemente se estaba desangrando.
Al observar los dibujos quedé conmovida y confieso que un poco asustada.
Al volver a la sala, los caramelos habían desaparecido, entonces me dirijo a la habitación. Al entrar encuentro a Maia sentada en mi cama, con los caramelos en su mano, me estaba observando seriamente, confieso que no me podía mover solo quedé observándola, tenía cabello rizado color castaño, su piel era pálida, blanca como la nieve y sus ojos eran verdes como las hojas de los árboles en primavera.
Después de unos minutos le digo lo siguiente:
-Hola mi niña, tu nombre es Maia, ¿verdad?
-Mi nombre es Isabela…
Al terminar de decir estas palabras, ella se levanta de la cama, se acerca a mi, me mira y se dirige hacía afuera, entonces decido seguirla, al estar ya afuera, sale corriendo hacía el bosque, mientras salgo corriendo detrás de ella hasta internarme en el bosque.
Al correr tan deprisa, no me doy cuenta y me choco con un árbol de frente, callendo así inconsciente al suelo.
Al despertar me encuentro en un lugar todo oscuro donde solo podía ver a Maia parada frente a mí .
Maia sólo me miraba, luego miró hacía otro lugar, al mirar a donde ella observaba atentamente, veo a una mujer de piel blanca y cabello castaño que corría hacía donde estábamos nosotras, su rostro manifestaba desesperación, ya que al observar bien vi que un hombre la perseguía, aquél hombre te daba mucho miedo , vestía de negro, tenia un rostro demoníaco y ojos rojos .
Me di cuenta que ellos no lograban vernos, al verme, mi cuerpo era transparente al igual que Maia .
No podía explicar con palabras las sensaciones que ocurrían dentro de mí, sentía mil cosas a la vez , sensaciones que no podré olvidar por más que quiera.
Al ver a la mujer correr con desesperación mientras era perseguida por aquél hombre, el corazón me latía a mil por segundo.
Cuando el hombre logra alcanzarla, la toma del cuello, luego tomándola de los pelos la arrastra. La mujer no paraba de gritar y gritar desesperadamente, ella intentaba escapar mientras se tomaba de donde podía, hasta el punto que sus manos comenzaron a sangrar.
Aquél hombre la arrastró hasta el centro del bosque, a medida que la arrastraba la mujer gritaba cada vez más, al clavarse las ramas puntiagudas que se hallaban en el camino.
La mujer gritaba con todas sus fuerzas, hasta que el hombre recoge una piedra que tenía filo y la golpea en la cabeza, dejando su cabeza con una herida abierta mientras se desangra.
Al ver a la mujer todavía consciente, amarrandola en un árbol decide hacerle pequeñas heridas en todo su cuerpo con una navaja, los gritos de la mujer eran tan desgarradores que se me ponía la piel de pollo.
Luego de haber cortado todo su cuerpo, hizo una fogata, en la cual colocó un fierro largo y fino encima.
Yo quería ayudarla, pero no conseguía moverme, solo podía mover y girar mi cabeza para observar.
Después de unos minutos, la mujer apenas tenía aliento, no tenía más fuerzas para gritar, entonces el hombre se acercó a ella y tomando el fierro caliente, se lo introdujo en la boca y comenzó a empujarlo hacía abajo, queriéndolo pasar todo su cuerpo, los gritos devastadores de esa mujer eran difícil de explicar, ya que al oírlo te generaba un profundo dolor, desesperación y mucho más .
Al terminar con ese dolor infernal, la mujer ya se encontraba sin vida, entonces el hombre coloca el cuerpo sobre las ardientes llamas, quemandola a fuego vivo.
Aquél demoníaco y maligno ser despreciable se acuesta a un lado de las llamas mientras ellas consumían el cuerpo de aquella mujer. Ya estando profundamente dormido, el fuego era tan fuerte y poderoso que terminó consumiendo ambos cuerpos. Al apagarse el fuego observé que había quedado una parte de él, era su corazón, se dice que si un corazón es demasiado cruel, odioso y maligno ni el mismo fuego puede consumirlo, solo un dolor homogéneo al realizado en vida.
Luego llega una niña, que al ver los dos cuerpos consumidos por el fuego, sale corriendo. Esa niña era Maia, vestía de igual manera que ahora, con su vestido celeste, su listón del mismo color y sus zapatos negros.
Al salir corriendo tropieza con una rama y cae dándose la cabeza con una piedra puntiaguda y filosa, en ese preciso momento la pequeña pierde la vida, dejando consigo su alma en el bosque.
Después de haber visto todo lo acontecido, se oscurece todo de repente, al poder ver nuevamente, me encuentro tirada en el suelo, donde me había chocado con el árbol, me levanto un poco mareada y me dirijo hacía mi casa.
Ya siendo de madrugada, al entrar a mi casa, me encuentro con un ser oscuro y demoníaco con ojos color sangre, que se me abalanza y empieza a apretarme el cuello dejándome casi sin respirar, me tomó de los pelos y me arrastró hasta el centro del bosque, como lo hizo con aquella pobre mujer .
Mientras me arrastraba no sabia que hacer, solo trataba de aferrarme de algún árbol, mientras gritaba de dolor al clavarme las pequeñas ramas secas que caían de los árboles.
Ya casi llegando al centro de el bosque, veo veo que el vestido blanco contaba con una especie de punzante de plata, sin pensarlo dos veces, lo arrancó y se lo clavo en su brazo, al soltarme intento escapar, corriendo como puedo, hasta que me tropiezo con una rama y caigo a el suelo, al levantar mi cabeza observo que al lado mío esta el fierro que le traspasó a la pobre mujer, al intentar tomarlo siento que alguien me jala de un pié, era ese demoníaco hombre, al verlo no se de donde saqué la fuerza para poder tomar el fierro y golpearlo como podía, tratando de defenderme, en eso aparece Maia y mirándome, apunta a una montaña de hojas secas que se hallaba cerca mío y sacándole el punzante de plata clavado en su brazo, lo clavo con todas mis fuerzas en la montaña de hojas secas donde se hallaba el corazón de el psicópata y maníaco hombre, habiéndolo clavado e asesinado, se convierte en cenizas, las cuales son llevadas por el viento.
Ya hace varios años que vivo con Maia, las dos solas sin ser molestadas por nadie, sé que les parecerá raro vivir con un espíritu, pero la verdad que estando con ella soy muy feliz.
El misterio o lo que no les conté hasta ahora es que el hombre demoníaco y la pobre mujer eran los padres de Maia, fallecidos dos años antes de mi llegada. Sé que se preguntarán porque la mujer es asesinada por su propio esposo, pues les relataré lo acontecido…
Hace tres años atrás, eran una familia »normal» se podría decir, el padre era ingeniero, mientras que la madre se ocupaba de Maia y de las tareas de la casa.
Todo empezó con una pequeña mala junta de el padre. Él conoció a unos hombres en el trabajo, al pasar unos días llevándose muy bien con ellos, lo invitaron a una juntada de amigos que harían en la noche, él como cualquier persona aceptó.
Al llegar la noche el padre va a la junta de estos hombres y se encuentra con que no era una simple junta de amigos, sino que era una reunión satánica, donde se llevaban a cabo rituales malignos, magia negra y brujería. Al acercarse, estos hombres lo invitan a unirse a ellos, el padre no tenía idea en lo que se estaba involucrando, así que imprudentemente acepta la invitación.
Después de varias juntas, sin darse cuenta, el padre comienza a tomar cierta obsesión por aquéllo. Tanto fue la obsesión, que se hacía notar en su vida, a su mujer la trataba muy mal, la golpeaba incluso, también la obligaba a realizar tratos con el diablo y no hacer más que servirle a él, pero por suerte a su pequeña hija no le hacia nada, ya que para ellos los niños son aprendices.
Uno de los tantos tratos en el cual obligó a su mujer a hacer con el diablo, consta de servir a su esposo y nunca desafiarlo o desobedecer sus órdenes, ya que si no sufrirá una muerte espantosa llevada a cabo por el mismo esposo.
La mujer no podía más, no podía creer que su esposo al que alguna vez amó tanto, tiempo después se convirtiera en un hombre con alma más oscura que la noche. Ése mismo día decidió que escaparía con la niña en la noche, ya que su esposo vendría muy cansado de trabajar y caería rendido en la cama como muchas veces.
Al anochecer, tal como dijo ella, al llegar su esposo de trabajar, se quedó profundamente dormido en la cama. Era el momento perfecto para escapar, entonces tomando a la niña decide abrir lentamente la puerta y sin hacer el más mínimo ruido logra abrirla, al salir de la casa se dirige a la salida, que se encontraba a unos cuantos metros de allí.
Ya casi llegando a el portón, ve que la luz de una de las habitaciones se enciende, sin pensarlo dos veces, decide esconder a la niña detrás de unos arbustos hasta que ella volviera, entonces al acercarse y no ver movimiento alguno, decide volver a donde se hallaba la pequeña esperando . Al dar unos pasos y volver a mirar hacía la casa, ve a su marido parado en la puerta. Ya sabía cuál sería su castigo.
Y ya saben como terminó esto, de la peor manera.
Y por último mi fallecimiento, ocurrió hace tiempo al chocarme con un árbol y al caer golpearme en la cabeza con una roca que se encontraba en el suelo.
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