Descripción: Perséfone, una ninfa hermosa, es llevada por Hades al inframundo, donde pronto conocerá la existencia solitaria del dios de la muerte.
Personajes: Hades, Perséfone
PRIMER ACTO
Perséfone aparece en el escenario, recogiendo flores. La escenografía muestra un hermoso prado primaveral. De pronto, una música siniestra resuena de fondo y la iluminación cambia para mostrar a una figura sombría. Es un hombre vestido con una túnica negra.
Perséfone (mirándolo asustada): ¿Quién eres tú?
Hades: Soy Hades, dios el inframundo. (Caminando hacia ella). Asumo que has oído hablar de mí.
Perséfone: Mi madre me ha dicho que tenga cuidado al hablar con extraños, (se pone de pie).
Hades: Pero yo ya no soy un extraño, me he presentado debidamente. Y también sé quien eres tú. Todos los días te he visto aquí, recogiendo flores.
Perséfone: Yo… no lo sabía… (Se acerca a él). ¿Por qué no estás en el inframundo?
Hades: A veces me gusta salir a ver la luz del sol. Me siento muy solo, sin nadie con quien hablar. Los muertos no son una buena compañía.
Perséfone: No sabía que alguien como tú pudiera sentirse así. Siempre he tenido curiosidad por saber como es tu mundo.
Hades: ¿Te gustaría ver?
La toma de la mano y ambos desaparecen del escenario.
SEGUNDO ACTO
La escenografía cambia para mostrar el interior un palacio lleno de gárgolas y sombras. Hay un trono negro en el centro del escenario.
Hades: Aquí es donde yo vivo. No es muy alegre como puedes ver.
Perséfone (mirando hacia todos lados): No está tan mal como me imagine… aunque sí se ve algo solitario.
Hades: Mi trabajo no es tan placentero como recoger flores. Debo darle la bienvenida a quienes han fallecido… y evitar que los vivos se pasen de listos y bajen a buscar a los que ya se fueron. Nunca puedo hablar con nadie.
Perséfone (lo toma de la mano): Ahora me tienes a mí, quiero ser tu amiga.
Hades: Pero tu madre y tus hermanas…
Perséfone: Ellas entenderán si estoy un tiempo lejos.
TERCER ACTO
Hades aparece en su trono sosteniendo una granada roja, parece triste y pensativo.
Hades: Perséfone, ¿te gustaría volver a la tierra, verdad?
Perséfone: Me gustaría, pero te echaría de menos. Me he acostumbrado a estar a tu lado.
Hades: Sabes que si regresas no habrá marcha atrás. El inframundo en solo para los muertos… a menos que comas algo de aquí. (Le muestra la granada). Unas cuantas semillas bastarán para que puedas ir y volver entre un mundo y el otro. Pero si la comes toda, tendrás que permanecer a mi lado para siempre. Es tu decisión.
Perséfone toma la fruta y la mira un momento, antes de hundir sus dedos en ella y comer unas cuantas semillas. Luego se vuelve hacia Hades, lo toma de la barbilla y lo besa.
Perséfone: Mi madre y mis hermanas me necesitan, la primavera está a punto de comenzar. Volveré cuando llegue el invierno.
Hades: Y yo te estaré esperando. Adiós, amada mía.
Perséfone desaparece del escenario y el dios del inframundo vuelve a sentarse en su trono.
Hades: Hasta las criaturas como yo podemos encontrar el amor.
FIN
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