Los estudiantes de un Dojo (gimnasio japonés de artes marciales) estudian movimientos con su espada de madera, todos están muy concentrados haciendo aquello que les ha indicado su maestro, cortando, avanzando, dando estocadas… repitiendo una y otras vez los mismos movimientos cada, uno sobre un cilindro de madera grueso.
Escena 1
Sensei:
– Seguid haciendo lo mismo al menos hasta que la arena del reloj haya bajado otra vez entera – lo dice señalando el reloj de arena al fondo de la estancia. Después se marcha, dejando a sus alumnos con las tareas.
Narrador:
Uno de los alumnos miraba a su sensei con algo de resentimiento mientras explicaba. Cuando el sensei deja la estancia, este alumno llamado Horoshi- san se dedica a realizar otros movimientos más libres y complejos mientras se sonríe con actitud altiva. El compañero que está a su lado deja un momento sus ejercicios y se dirige a él.
Genji:
– Hiroshi, ¿por qué desobedeces al sensei? Nos ha dicho que estos movimientos son demasiado avanzados para nosotros aún.
Hiroshi:
– Creo que lo único que intenta es humillarnos, impedir que lleguemos a ser más fuertes que él –dice con mirada sombría mientras mira hacia el lugar por donde se fue el sensei-. No tiene derecho a frenar el entrenamiento así, hemos hecho este ejercicio miles de veces, estoy aburrido de él y creo que lo hago suficientemente bien.
Sensei: (entra en la estancia, los demás alumnos se arrodillan a la forma japonesa en seguida, todos menos Hiroshi).
-Suficiente es una palabra peligrosa, en el combate suficiente puede significar la muerte.
Hiroshi:
– Muerte es lo que nos espera si seguimos aprendiendo artes básicas. Cualquiera sabe realizar estas técnicas y otras más complejas.
Sensei:
– Según mi experiencia, lo básico suele vencer a lo complejo. Lo básico lleva la esencia de la técnica, es lo que proporciona el poder.
Narrador:
Al decir esto, el sensei suelta una estocada con su katana de bambú, en la misma técnica que practicaban los alumnos y hace una gran muesca en la madera. El auditorio mira impresionado, todos menos Hiroshi en quien solo hace renacer el resentimiento.
Sensei:
– Hiroshi-san, ¿has comprendido?.
Hiroshi: (en un tono bajo y contenido)
– Si, sensei.
Narrador:
El sensei se vuelve a marchar, los alumnos se levantan y siguen con el entrenamiento mientras Hiroshi comienza a recoger sus cosas. Genji le toma por el brazo cuando ve que se dispone a irse.
Genji: (preocupado)
– Hiroshi-san, ¿qué ocurre? ¿acaso nos dejas? –mira fijamente a Hiroshi que no contesta ni se da la vuelta-. Es un error Hiroshi, tu orgullo te pasará factura.
Hiroshi:
-¿Orgullo?, solo voy a una escuela en la que me enseñen a luchar. Veremos quién es mejor entonces, Genji-san. –aunque no se ha dado la vuelta, en el tono de Hiroshi hay un claro desafío.
Genji: (gélido)
– Está bien Hiroshi-san, nos mediremos cuando ambos seamos samurai. Sayonara.
Narrador:
Hiroshi se va y la clase sigue su curso.
Escena 2:
Narrador:
Se acerca el final de una batalla, hay varios cadáveres en el suelo y, cada uno por su lado, Genji y Hiroshi abaten a su último enemigo antes de mirarse a los ojos fijamente y ponerse frente a frente.
Hiroshi:
-Es una suerte que hayamos acabado en ambos opuestos, somos los dos únicos samurai en pie. Prepárate, tu hora está próxima.- la mirada de Hiroshi es como una navaja, al decir esto se coloca en posición y se lanza al ataque.
Genji:
– He podido verte combatir y veo que no has cambiado. Quería dejarte marchar pero has preferido morir, así sea. – se defiende de la estocada de Hiroshi. Rápidamente hace un movimiento que corta el torso e introduce la katana en vientre de Hiroshi.
Narrador:
Hiroshi cae el suelo e intenta arrastrarse hacia atrás para huir, pero Genji coloca su espada sobre su esternón a modo de amenaza. En los ojos de Hiroshi está el pánico y su cuerpo empieza a temblar.
Genji:
– Como ves mi superioridad es abismal. Una vez más tu orgullo, que te ha convertido es un samurai mediocre, te traiciona.
Hiroshi:
– ¡Piedad! ¡Por favor! – la voz denota su extrema desesperación y miedo.
Genji:
– Quien tiene el valor para desafiar debe también morir con valentía.
Narrador:
Genji levanta la katana para asestar el golpe final. Hiroshi se rinde y cierra los ojos aceptando la muerte pero sin dejar de temblar y Genji se dispone cercenar el cuello.
quisiera saber a que tipo de teatro pertenece y el autor