Autora: Leidy Natalia Novoa Gomez.
-Hola mi nombre es Elizabeth.
-Mucho gusto mi nombre es Jerónimo
Y así junto con un choque de miradas y un lindo saludo comenzó la historia que hasta el día de hoy ha sido el más grande sentimiento de amor en mi vida.
Recuerdo a Elizabeth todos los días de mi vida, quizás porque aun la quiero, o tal vez porque me niego a sepultar este preciado sentimiento que algunas veces me apena y otras en cambio me obligan a pensar en mil locuras que podría llegar a realizar en nombre del amor.
Aquella mañana sonó el despertador y como de costumbre me levante con gran energía y me dirigí al baño, luego de tomar mi dulce y frío baño me vestí, con aquel típico uniforme que me incomodaba tanto. Tome la ruta al colegio sin saber que ese día, en unos cuantos segundos cambiaria mi vida por siempre.
Como en muchas historias, (sobre todo de amor), la amistad se fue fortaleciendo hasta volverse en un te quiero, seguido de un te amo, palabras que más tarde darían lugar a celebrar con un acto mágico, mi primer beso.
Elizabeht: -ya casi salen los padres de familia de la reunión.
Jeronimo: -Asi es ya casi. ¿Te angustia?.
Elizabeth: -A mí no para nada. Estoy pensativa pero por otro asunto.
Jeronimo: -Cual.
Elizabeth: Quiero robarte un beso.
Y asi fue como concluyo ese día, un beso, un acto lleno de sentimiento pero que más adelante se convertiría en de alguna forma un tipo de engaño, dolor y desilusión.
Y sucedieron mil cosas más, al igual que todo en la vida, con sus altos y bajos, unos días llenos de amor, cariño desenfrenado y sentimiento; otras en cambio de peleas, celos, y de vez en cuando malas palabras.
Llegamos a conocernos tanto, de una manera que sin igual, desde donde nace un amor tan puro e inocente que hasta el sol de hoy cuando hablamos él puede intuir como me siento.
Lo que más duele de esta historia es que nunca concluyo, pues recuerdo otro acontecimiento terrorífico con frecuencia, y fue el día que llagaste a clases corriendo, tarde y de particular solo porque quería contarme que se marcharían de la ciudad. Y yo como una buena amante, y como buena persona fiel, llegue a creer que podríamos mantener una relación a distancia, pero el tiempo se encargó en demostrarnos que no estábamos preparados para esa prueba.
Con su partida, que fue sobre toda una osadía, llena de desde diferentes puntos de vista buena y mala, buena en determinación a mi inspiración y al sentimiento que hasta hoy a sido mi más grande experiencia, y mala por no poder llegar a realizarse por completo, siendo que este amor no era más que una ilusión disfrazada de algo que no podía ser.
Con el pasar del tiempo fueron llegando más personas a nuestras vidas, tanto a la el como a la mía, y aunque manteníamos contacto telefónico y virtual, estábamos perdiendo la calma y habíamos caído en profunda desesperación de controlar el uno al otro.
Me pregunto qué hubiese pasado si se hubiese quedado?. Si hubiésemos continuado con esta historia de un modo diferente. Y estoy casi convencida que si, porque hasta hoy 1 de abril del 2017 tan solo me conformo con solo ser: Su mejor amiga.
no me parecio una obra de teatro,pues en realidad es una historia muy original,felicidades autor…muchas felicidades a ese corazon que tiene gran sentimiento…
Muy buenas obras