Descripción: Caleu y su tribu están cansados del frío y de la comida cruda. Un día, mientras se resguardan en una cueva, descubren algo que cambiará sus vidas para siempre.
Personajes: Caleu, Mirna, Atala, Miembros de la tribu
PRIMER ACTO
Se abre el telón mostrando un precioso cielo estrellado en su escenografía. Entran en escena Caleu, un hombre indígena vestido con botes y taparrabos de cuero, acompañado por su mujer, Mirna, su hijita Atala y el resto de los miembros de su tribu. Todos lucen atuendos similares a él.
Mirna: Caleu, ya se hizo de noche y no hemos encontrado refugio. Hace tanto frío que no resistiremos mucho tiempo más a la intemperie. La gente se queja.
Las personas a sus espaldas se lamentan y reclaman por un sitio para descansar. Caleu se frota los brazos temblando.
Caleu: No se preocupen, por allá hay una gruta donde podremos dormir y comer los frutos y bayas que recogimos.
Atala: Ay papá, siempre comemos lo mismo.
Caleu: Claro hijita, ¡pues sí es lo único que tenemos! Vengan, vamos pronto a la cueva. Colocaremos unas pieles para cubrirnos del frío.
Las personas asienten y responden afirmativamente, mientras recorrer al escenario hasta desaparecer por el lado opuesto.
SEGUNDO ACTO
Ahora Caleu y su gente se encuentran dentro de una cueva. La escenografía está cubierta por papel arrugado que simula paredes de roca. Dentro está muy oscuro y todos tiemblan de frío.
Mirna: Caleu, si esto sigue así no sé como vamos a sobrevivir al invierno. Nuestras pieles no parecen ser suficientes para mantenernos calientes.
Caleu: Hay que ser fuertes, amor. El tiempo puede ser inclemente, pero nosotros resistiremos.
Atala: Mami, tengo frío.
Mirna abraza a su hija tratando de darle calor. De pronto, se escucha un estruendo y las personas de la tribu se sobresaltan.
Mirna: ¡Caleu! ¿Qué fue eso?
Caleu: Se escuchó como si algo se hubiera estrellado contra la Tierra… no se preocupen, iremos a averiguar.
Caleu y algunos hombres salen de la gruta.
TERCER ACTO
Fuera de la cueva, yace un meteorito impactado contra el suelo. En una rama cercana las chispas han saltado provocando una pequeña hoguera. Los hombres se acercaban a examinarla con cuidado. Caleu se atreve a tocar las llamas y retira la mano con dolor.
Caleu: ¡Qué sensación tan extraña! ¡Duele! Pero… al mismo tiempo… es como si ya no sintiera el frío.
Sus compañeros se reúnen alrededor, extendiendo las manos alrededor de la fogata sin tocarla. Caleu toma la rama y la sostiene como una antorcha, mientras los demás suspiran de satisfacción al sentir el calor que emana. Mirna y las mujeres entran en escena.
Mirna: Caleu, ¿qué sucede?
Caleu: Creo que hemos encontrado una solución a nuestros problemas, mujer. Mira que hermoso es esto, ¡y repele muy bien el frío!
Atala: ¡Parece una flor de luz, papá!
Caleu: Una flor… sí, una flor de fuego. Así es como llamaremos a este extraño elemento. Todos acérquense, esto nos ayudará a quitarnos el frío.
La tribu entera forma un círculo alrededor de la fogata. Ahora todos se ven felices.
Mirna: Oye, ¿crees que este fuego podría ablandar la carne de los animales que cazamos?
Caleu: Algo me dice que sí.
Mirna: ¡Qué regalo tan maravilloso!
FIN
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