Descripción: Una tribu recibe la visita de una diosa que les hace un regalo muy especial, una niña tan hermosa como la noche.
Personajes: Diosa, Mirthayú, Cacique, Tribu, Matambo
PRIMER ACTO
En lo más profundo de la selva colombiana, una tribu se encuentra bailando alrededor de una fogata. De pronto, entra en escena una hermosa mujer, que sostiene en sus brazos a una bebe pequeña. Los pobladores se quedan sorprendidos al verla y le hacen reverencias.
Cacique: Saludos, mi señora. Soy Tairón, el cacique de esta región. ¿A qué debemos su apreciada visita?
Diosa: Soy la diosa de la selva. Les he traído a su futura reina, una mujer que los protegerá contra todos los males que acechan estos parajes.
Los pobladores de la tribu se miran sorprendidos entre sí.
Diosa: Esta es mi hija, Mirthayú. Quiero que se crié entre ustedes y que la traten como si fuera una hija más. Créanme, no lamentarán haberla acogido.
Cacique: Con nosotros, ella estará a salvo. No se preocupe usted, mi señora.
La diosa le entrega a la bebé y se marcha.
SEGUNDO ACTO
Años después, Mirthayú se ha convertido en una hermosa joven de piel morena, que sabe cazar y defenderse. En escena, aparece limpiando su lanza, cuando algunos de los jóvenes de la tribu corren hasta ella, asustados.
Tribú: ¡Mirthayú! ¡Mirthayú!
Mirthayú: ¿Qué sucede, amigos?
Tribú: Un gigante horrible está destruyendo nuestros sembradíos y viene hacia acá para enfrentarte.
Mirthayú: Con que esas tenemos, ¿eh? Descuiden muchachos, yo me encargaré de expulsarlo.
Se oyen unos pasos atronadores y los chicos de la tribú huyen espantados, por el otro lado del escenario. Mirthayú toma su lanza de manera defensiva.
Mirthayú: ¡Muéstrate, monstruo! ¡En mi lanza encontrarás tu fin!
Entra en escena un hombre muy alto y de aspecto agresivo, que sin embargo, se queda pasmado al ver a la chica. Mirthayú lo apunta con su lanza y entonces, él se arrodilla ante ella.
Matambo: ¡Nunca en mi vida había visto una mujer más bella que usted! Mi señora, no me mate, mi nombre es Matambo, ¡y a partir de hoy seré su esclavo!
Mirthayú baja su lanza.
TERCER ACTO
Mirthayú y Matambo se encuentran caminando por el bosque, charlando amigablemente. Pero el gigante se ve preocupado.
Mirthayú: ¿Qué ocurre, amigo mío?
Matambo: Es la guerra, Mirthayú. La tribu de los michúes se acerca hasta aquí y buscarán enfrentarme como a su mayor enemigo. Luego, quizá quieran combatir con tu gente.
Mirthayú: Que lo intenten, ¡yo los atravesaré con mi lanza!
Matambo niega con la cabeza y le toma la mano.
Matambo: Eres muy valiente, pero debo enfrentarlos yo solo. Antes de partir, quisiera confesarte una cosa.
Mirthayú: ¿De qué se trata?
Matambo: Te amo, Mirthayú. Me enamoré de ti desde la primera vez que mis ojos se posaron en ti. ¿Serías capaz de corresponderme algún día?
Mirthayú sonríe.
Mirthayú: Ya lo hago, Matambo.
Matambo le devuelve la sonrisa.
Matambo: Entonces, ¿prometes que vas a esperarme mientras estoy en batalla?
Mirthayú: Lo prometo, mi querido gigante. Pero no tardes mucho o iré a buscarte.
Matambo: Es una promesa.
Ambos se besan tiernamente y Matambo se marcha, llevando sus armas con él.
FIN
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