Descripción: Un puma arrogante es retado a pelear por un saltamontes, ¿quién de los dos ganará?
Personajes: Puma, Saltamontes, Avispas, Zorros
PRIMER ACTO
En medio del bosque, un puma descansa sobre la rama de un árbol y se estira perezosamente. La escenografía nos muestra que es un bello día, lleno de sol, de flores y pájaros.
Puma: ¡Ah, que buena está la mañana! ¿Qué voy a hacer hoy? Creo que me voy a correr por ahí.
Salta y empieza a correr, pero se va de bruces contra una choza de la que sale un saltamontes.
Saltamontes: ¡Oye, tú! ¿Qué crees que estás haciendo? ¡Destruiste mi casa! ¡Ahora vas a tener que repararla!
Puma: ¿Cómo te atreves a hablarme así? ¡Soy el animal más temible del bosque!
Saltamontes: Para mí no eres más que un fantoche.
Puma: ¿Ah sí? ¡Pues no voy a reparar tu casa, insecto!
Saltamontes: ¡Ya verás si no! Te reto a pelear esta misma tarde. Trae a tus mejores aliados.
Puma: Pobre ingenuo, desafiarme a mí. Está bien, tú así lo has querido.
SEGUNDO ACTO
En el bosque, el puma llega acompañado por varios zorros y sonríe al ver al saltamontes solo.
Puma: ¿Dónde está tu ejército, insecto? ¿Vas a pelear tú solo?
Saltamontes: Para nada, mi ejército me apoya y los vamos a hacer papilla.
Llegan en ese momento un montón de avispas, mirando amenazantemente a sus contrincantes. El puma se echa a reír.
Puma: Ja ja ja, ¡¿es en serio?! ¿Este es tu ejército? Vaya montón de pulgas patéticas, nosotros somos más fuertes y grandes que ustedes. Así que vete despidiendo, enano. Porque esta será la última vez que te atrevas a enfrentarte conmigo.
Saltamontes: Eso ya lo veremos, ¡ataquen!
Ambos bandos corren el uno hacia el otro, dispuestos a pelear. Las avispas sacan sus aguijones y empiezan a picar con ellos a los zorros y al puma, quienes chillan de dolor. Todos se tumban en el suelo, retorciéndose y cubriéndose la cabeza.
Puma: ¡Al río! ¡Al río!
El puma y los zorros se dirigen hacia un arroyo, (un camino azul pintado sobre el escenario) y fingen sumergirse, mientras las avispas los siguen.
TERCER ACTO
En el río, los zorros y el puma siguen revolcándose, chillando de dolor. Cada vez que alguno de ellos intenta salir, las avispas los amenazan con sus aguijones. La escenografía muestra que se ha hecho de noche en la selva y ahora, los mojados animales tiemblan de frío.
Saltamontes: ¿Se rinden?
Puma (tiritando): ¡Nunca!
Saltamontes: Bueno, supongo que entonces tendrán que quedarse allí toda la noche. Porque ni piensen que van a poder salir sin enfrentarse con nuestras armas.
Puma: ¡No! Está bien, tú ganas saltamontes. (Suspira). Tenías razón, fui un necio y un prepotente, no debí destruir tu casa. Discúlpame.
Saltamontes: Acepto tus disculpas, solo si prometes que la vas a reconstruir.
Puma: Lo prometo, mañana mismo lo haré.
El puma y los zorros salen del río.
Saltamontes: Ya no los molestaremos más, pero que no se les vaya a olvidar una cosa. Seremos chiquitos y ustedes grandes, pero cuando los pequeñitos nos unimos y somos astutos, no hay nadie que pueda vencernos por la fuerza.
FIN
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