Descripción: Un abuelo le cuenta a su nieto la leyenda de la Lola, hermosa mujer que aparece en la provincia de Antofagasta para atormentar a los hombres.
Personajes: Abuelo, Tomás, Lola, Hernán, Azucena
PRIMER ACTO
Tomás, un chico adolescente, se encuentra en el escenario junto a su abuelo. Ambos han hecho una fogata y a sus espaldas, la escenografía muestra un precioso paisaje campestre.
Tomás: Abuelo, ¿por qué no podemos quedarnos aquí hasta tarde? Con lo mucho que me gusta estar a la intemperie.
Abuelo: Es peligroso, Tomás.
Tomás: ¿Por qué? Si por aquí ni siquiera hay animales salvajes.
Abuelo: No lo digo por ellos, sino por la Lola.
Tomás: ¿La Lola?
El abuelo asiente con la cabeza.
Abuelo: Verás Tomás, tú no lo sabes, pero hace muchos años, en el pueblo vivía una muchacha que era muy hermosa. Todos la conocían como la Lola, pues usaba su belleza para enamorar y burlarse de los hombres. No sabía lo que era el amor. Así como conseguía a sus amantes, los desechaba como si fueran basura. Hasta que un día llegó de lejos un hombre llamado Hernán, del cual se enamoró con locura. Lamentablemente, Hernán amaba a otra mujer del poblado llamada Azucena. Y la Lola se volvió loca de celos.
Tomás: ¿Qué pasó entonces?
Abuelo: Algo muy, muy terrible…
SEGUNDO ACTO
El escenario ha cambiado para mostrar el interior de una casa, donde una pareja se besa apasionadamente.
Hernán: Te amo, Azucena. Eres la mujer de mi vida.
Azucena: Yo también te amo, Hernán. No puedo esperar a ser tu esposa.
Ambos vuelven a besarse, fundiéndose en un abrazo.
Hernán: Cuando salgamos del pueblo, nada nos impedirá ser felices. Ya lo verás, mi amor.
Una mujer muy atractiva pero furiosa entra en el escenario, gritando y blandiendo un cuchillo.
Lola: ¡Nunca van a ser felices!
Lola apuñala a Azucena, quien cae adolorida al suelo.
Hernán (arrodillándose a su lado): ¡NO! ¡AZUCENA!
Lola: ¡Te dije que la iba a matar si no la dejabas! ¡Nunca debiste rechazarme! ¡Soy cien veces más bella que ella! ¡Maldito seas, Hernán!
Apuñala a Hernán por la espalda, quien se derrumba sobre el suelo, con Azucena entre sus brazos. Lola comienza a llorar de manera histérica.
Lola: ¡Yo solo quería que me amaras, Hernán! ¡Solo quería tu amor! ¡¿Por qué me obligaste a hacer esto?! ¿Por qué?!
Sale del escenario, gritando enloquecida.
TERCER ACTO
Tomás y su abuelo vuelven a estar sobre el escenario, frente a la fogata. El chico parece asustado.
Tomás: Abuelo… ¿y qué pasó con Lola? ¿Nunca la atraparon?
Abuelo: Nunca, después de asesinato se dio a la fuga y nunca más fue vista por nadie. Aunque hay quien dice que de vez en cuando, por las noches se pueden escuchar sus gritos; alaridos escalofriantes que le hielan la sangre a cualquier hombre que vague solo en las afueras.
Un silencio sepulcral se apodera de ellos. De pronto, a lo lejos, se escucha el eco del llanto desesperado de una mujer. Ambos se miran asustados.
Abuelo: Vamos Tomás, ya es muy tarde.
El viejo apaga la fogata y sale del escenario con el Tomás, mientras los gritos femeninos se siguen dejando oír a la distancia.
FIN
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