Descripción: Basado en una leyenda ecuatoriana. María Angula es una chismosa mujer que le prepara una cena macabra a su marido.
Personajes: María Angula, Doña Mercedes, Manuel, Difunto
PRIMER ACTO
En una cocina se encuentra Doña Mercedes, una excelente cocinera, preparando uno de sus famosos guisos. La mujer canta y revuelve la olla, cuando una muchacha llega y le toca en el cristal de la ventana. Doña Mercedes la ve y se pone a murmurar.
Doña Mercedes: Ay, ahí está otra vez esa chismosa de María Angula. Siempre me viene a preguntar como preparar sus comidas y nunca me da las gracias, es una inútil. Pero ahora verá…
Va hasta la ventana y la abre. María Angula le sonríe.
María Angula: Buenos días, Doña Mercedes.
Doña Mercedes: Buenos días, María Angula.
María Angula: Fíjese que hoy mi marido quiere un guisado de tripas y pues… no me acuerdo de la receta…
Doña Mercedes: ¡Pero si eso es bien fácil! Primero vas a la morgue y le sacas las tripas al muerto más fresco del día, y luego las cocinas con sal, cebollas y maní.
María Angula (sorprendida): ¿De veras hay que hacer eso?
Doña Mercedes: ¡Claro!
María Angula se va corriendo.
Doña Mercedes: Desagradecida. Ojalá con esto aprenda.
SEGUNDO ACTO
María Angula entra en escena llevando un cuchillo en la mano. La escenografía muestra la ambientación de una morgue y en un extremo del escenario, hay un cuerpo tumbado sobre una mesa de metal, al cual la mujer se aproxima.
María Angula: Este debe ser el último muerto del día, ni siquiera lo han ido a enterrar.
Aferra el cuchillo nerviosa y se acerca al cadáver.
María Angula: Bien… ahora, a lo que he venido.
Hunde el cuchillo en el cuerpo del difunto y mete la mano para sacarle las tripas.
TERCER ACTO
Manuel se encuentra sentado a la mesa, listo para cenar. Se frota las manos con impaciencia y alza la cara como para olfatear algo en el aire.
Manuel: Mmm… María Angula, eso huele realmente delicioso.
María Angula: Ya ves, te dije que te iba a preparar tu guisado de tripas que tanto te gusta.
María Angula entra en escena llevando una olla humeante con el macabro platillo.
Manuel: ¡Qué rico! De verdad que me saqué la lotería al casarme contigo, mujer. Eres una excelente cocinera.
María Angula (nerviosa): Gracias, mi amor. Espero que te guste.
Le sirve un plato y Manuel empieza a comer con gusto.
CUARTO ACTO
María Angula y su marido duermen en su habitación. Un ruido siniestro se escucha de fondo y la mujer se levanta sobresaltada.
María Angula: Manuel… Manuel, despierta… (sacude a su esposo, pero este no despierta).
Pisadas se acercan hasta su recámara y ella gime asustada.
María Angula: ¿Quién… quién está ahí?
Entra en el escenario un muerto putrefacto, arrastrándose y extendiendo las manos. María Angula grita pero Manuel no se levanta.
Difunto: ¡María Angula, devuélveme las tripas que te robaste de mi sagrada sepultura!
El muerto llega hasta su cama y la agarra de los pies. Acto seguido, la arrastra por el suelo y la saca de escena, mientras María Angula se revuelve y grita por auxilio, en vano.
FIN
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