Cuentos de Terror Cortos México

Martita

Mi abuela me regaló a Martita cuando tenía ocho años. En ese entonces todavía me gustaban las muñecas, aunque había algo en ella que hizo que un escalofrío me recorriera la espalda, desde el mismo instante en que la tuve entre mis manos.

Tenía el cabello y los ojos verdes, y era bonita, como todas las muñecas de niñas. Sin embargo… sin embargo, su expresión no era dulce como la del resto de mis juguetes.

Así que la puse en el estante más alto de mi habitación, oculta entre el globo terraqueo y mis libros de cuentos viejos, que hace mucho no leía.

Ahí se quedaría, sin importunarme en lo más mínimo.

Me habría olvidado de ella por completo, de no ser porque a veces, en medio de la noche, me despertaba sintiendo una extraña inquietud, como si alguien estuviera observándome desde arriba. No quería volverme hacia el estante y me arrebujaba más entre las sábanas, esperando que el sueño llegara pronto.

Otras veces, cuando volvía de la escuela y subía a mi habitación, me parecía escuchar ruidos que provenían desde el interior. Habría jurado que era la madera de la estantería rechinando, bajo el peso de algo que se movía en él.

Es una locura, lo sé. Los sonidos se desvanecían apenas entraba.

Habría conservado a Martita en las sombras de no ser por lo que ocurrió más tarde. Recuerda que estaba estudiando para un examen de Historia, con deplorables resultados. En la radio emitían una canción del momento que a mí me encantaba y no me podía concentrar. Bailoteaba por todo el dormitorio, brincaba en la cama y me imaginaba que era mi artista favorita… hasta que algo estrellándose contra el piso me devolvió a la realidad.

Martita estaba en el suelo, con el cabello desparramado por todos lados y el vestido arrugado y polvoriento. Me quedé paralizada.

Por cierto, antes que te olvides, ¿nos apoyarías con un like? De esta forma nos apoyas a seguir publicando de forma gratuita.😀

Luego la tomé con cuidado. Había fisuras que cruzaban por todo su rostro infantil, que pese a todo, seguía conservando las mejillas redondas, los labios rosas y las facciones angelicales que solo una muñeca como ella podía tener. Pero a mí me pareció más fea que nunca.

Me miró, con esos ojos verdes vacíos y resolví que debía irse de manera permanente. De hecho, decidí que estaba muy grande como para tener muñecas.

Así que todas se fueron en la venta de garaje, pero Martita no. A ella la coloqué en el cubo de la basura y no la volví a ver por años.

Ahora he regresado a casa, después de largo tiempo viviendo fuera. Terminé la carrera, me casé y tuve dos hijos. Pero no podía dejar de venir a pasar unos días con mi madre, desde que su salud decayera.

—Tu habitación está como la dejaste —me dijo ella al darme la bienvenida y yo subí, preguntándome con nostalgia si de verdad sería así.

Abría la puerta y me quedé de piedra en el umbral.

Con su rostro roto y ajado por los años, Martita me miraba desde la cama.

Deja un comentario abajo.

Acerca del autor

Erika GC

Apasionada por contar historias, me gustan los buenos libros y pasarme tardes enteras en Netflix. El cine y la literatura son la mejor combinación para mí.

¡Sé el primero en comentar!

Clic aquí para Comentar

Si presionas CTRL+D ó CMD+D podrás guardar esta página :D

Acerca de…

Bienvenido a esta comunidad de aficionados a los cuentos y obras de teatro. Me llamo Aureliano Vargas y soy el creador de esta comunidad. Espero que la pases bien y que cuando tengas tiempo libre, vengas aquí a leer las historias que frecuentemente publicamos. (guiones cortos y largos de drama, cómicas, infantiles, de amor, de terror, etc.) Si es que deseas agradecerle a los autores y difundir la lectura de sus trabajos enviados a este sitio web, puedes hacer clic en los botones sociales para compartir la web con tus amigos (twitter, facebook, google plus, o por email) Si quieres aportar a la comunidad con una publicación, puedes enviarla por email AQUÍ. Como suelen decir los mejores artistas, el arte no tiene fronteras y es por eso que, además de hallar historias de diferentes géneros en nuestra web, también te toparás con trabajos de países específicos, tales como México, Chile, España, Argentina, Ecuador, Brasil, Colombia y Bolivia, entre otros. Y es que gracias a estos cuentos y dramatizaciones cortas y extensas, el público también tiene la oportunidad de aprender más sobre las costumbres culturales y la vida cotidiana en otros lugares; todo esto sin levantarse de sus asientos. Ya sea por medio de mitos terroríficos o fantasiosos, historias románticas y épicas, dramas conmovedores o comedias que transcurren en todo tipo de lugares distantes de casa, es verdad que cada nación tiene algo interesante que contar.

DESCARGA GRATIS 20 RELATOS CORTOS

CLIC para Descargar Relatos Cortos GRATIS