Otro día de clases llegaba para Sebastián quien no le fascinaba la idea para nada, todos los días tenia que soportar las humillaciones por parte de los niños de esta escuela privada.
Mocosos malcriados que tan solo porque sus padres pagan sumas enormes al escuela se creen con el derecho de pisotear a los maestro y demás empleados de la institución.
Arrojaban insectos en su café, colocaban tachuelas en su asiento, no entregaban las tareas, lo acusaban falsamente con los sus padres, le gritaban, humillaban, nunca prestaban atención, rallaban su auto, escondían sus llaves, en fin era un infierno para el pobre maestro.
En vista de que no le daban una solución decidió tomar acciones por su cuenta.
— Chicos les hice creer a sus padres que hoy sábado lo tomaríamos para prepararnos para un viaje escolar, pero nada mas lejos de la realidad, han hecho de mi vida un mierda y ahora les toca pagar—
Los 14 niños no creían ni una palabra, su maestro era muy tonto para los chistes y nada creativo para intenta asustarlos.
—El colegio esta cerrado completamente, no podrán salir al patio, su única opción sera morir, pero pueden buscar la forma de escapar, así que les daré 5 minutos de ventaja, que comience el juego—
Los niños rápidamente salieron del salón entre gritos y llantos buscaron donde esconderse.
Tres de los chicos no pudieron abandonar el salón del miedo, se habían orinado sus pantalones.
— Bueno ustedes serán los primeros, si mal recuerdo ustedes siempre me lanzan bolas de papel durante las clases, veamos si les gusta que les lancen cosas— Tomo las mesas y comenzó a tirarlas a los pobres niños, murieron.
En el comedor se escondían 6 chicos, temerosos de que su maestro los encontrara.
— No perderé el tiempo con ustedes, quiero terminar rápido, estos amiguitos se encargaran de ustedes— Dos enormes perros pitbulls se encargaron de encontrar a los niños y destrozarlos uno a uno.
Por los pasillos se encontró al pequeño Tommy quien lloraba e imploraba por su vida, pero su amado maestro lo tomo del cuello y lo estrangulo, sus ojos se tiñeron de rojo, disfruto obsérvalo hasta que dio su ultimo aliento.
El resto de los niños escapo a la azotea, pero su maestro los acorralo.
—Tienen dos opciones, o morir en mis manos o lanzarse, de igual modo sus muertes serán dolorosas —
Dylan no lo pensó dos veces, iba a morir de una forma cruel, decidió lanzarse de cabeza, su cabeza impacto con e pavimente, pero no murió inmediatamente.
— Les daré una opción, podrá salvarse uno, solo deben de matar al otro así de sencillo—
Rápidamente Malcom comenzó a golpear a Ashley, tomo una piedra y la estrello varias veces contra su cabeza hasta que ella dejo de moverse.
— Sabes Malcom siempre te odie así que no quiero que un asesino como tu viva— Con una tijera atravesó su garganta — Bueno Bily creo que eres el ganador, bueno yo me voy de esta porquería de pueblo tu puedes irte a tu casa, o espera a que vengan por ti, por cierto cuidado con los perros son algo desobedientes—
Bily lloraba desconsolado al ver a todos sus amigos muertos, no sabia que hacer, se sentía solo y culpable, como pudo salio de la escuela y regreso a su hogar.
¡Sé el primero en comentar!