Descripción: Atormentada por sus problemas para dormir, Lucía visita a su psiquiatra, tratando de desterrar a la presencia que la visita cada noche en su habitación.
Personajes: Lucía, Psiquiatra, Presencia
PRIMER ACTO
Lucía, una mujer joven y morena, se encuentra recostada en un diván dentro del consultorio de su psiquiatra, quien toma notas en un cuaderno con gesto reflexivo. Es entonces cuando ella comienza a hablar.
Lucía: Anoche volvió a ocurrir. Yo estaba durmiendo en mi recámara, con las luces apagadas. Me cuesta apagarlas después de todo lo que ha ocurrido, pero me obligó a hacerlo para impedir que el miedo me domine. Recuperó la consciencia justo antes de abrir los ojos y me doy cuenta de que no puedo moverme. Entonces siento que alguien… algo está observándome. Se acerca a mí lentamente… ¡y entonces me oprime hasta que no puedo respirar!
Lucía rompe a llorar.
Psiquiatra: Lucía, es obvio que tu parálisis del sueño está relacionada con los cambios que últimamente has vivido en tu vida. Sé que no es sencillo haber perdido a tus padres, ¿has expresado lo que sientes?
Lucía: Últimamente no hago más que llorar.
Psiquiatra: ¿Has tomado los medicamentos que te receté?
Lucía: Las pastillas siguen sin ayudarme a dormir como debería. Y ya no sé que más hacer.
Psiquiatra: Hablar con un profesional ciertamente ayuda, aunque tendrías que plantearte retomar poco a poco tu vida social.
Lucía: No puedo hacerlo, es como si sintiera que de verdad hay algo acechándome en mi casa.
Psiquiatra: Recuerda, todo esto únicamente está en tu mente.
SEGUNDO ACTO
Lucía se prepara para dormir en su habitación. Toma unas pastillas que reposan en su mesita de noche, únicamente alumbrada por la luz de su lámpara. De pronto, un ruido se escucha en la parte trasera del escenario. Vemos a Lucía sobresaltarse y mirar hacia atrás.
La puerta de su habitación se encuentra ligeramente abierta y, en el umbral, una silueta parece estar de pie. Temblando, la mujer extiende una mano hacia la pared y prende la luz de golpe.
En la puerta no hay nada.
Lucía (nerviosa): Estas pastillas para dormir me están afectando. Y lo peor es que ni siquiera funcionan como deberían.
Apaga las luces y se mete en la cama. Pero antes, se asegura de tener el botón de encendido de su lámpara en la mano.
TERCER ACTO
En la penumbra, Lucía se remueve en su cama, como si tuviera una pesadilla. Escuchamos un suspiro de miedo de su parte y luego, una respiración agitada en torno a ella. La puerta de su dormitorio está abierta. De pronto, una silueta se asoma lentamente a un lado del colchón, observándola. Lucía vuelve a moverse y de pronto, se queda quieta.
Lucía (susurrando): Todo es un sueño… todo es un sueño, por favor…
La silueta se sube a la cama lentamente e inmoviliza a Lucía, quien lucha por liberarse. En ese momento, oprime el interruptor de la lámpara que tiene en la mano y esta se enciende. Encima de ella, se encuentra un ser con el cuerpo humano pero un rostro deforme y grotesco que parece sonreírle lleno de maldad.
Lucía grita de terror y las luces vuelven a apagarse.
FIN
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