Lucia, era una joven a quien le encantaba hacer bromas de mal gusto a cualquier conocido que se encontrara cerca de ella, siempre se mantenía burlándose de la persona que ella quisiera, tanto así que muchos de sus amigos ya se sentían agredidos, por esos chistes de mal gusto que ella hacía con frecuencia.
Pasaban los años y Lucía seguía igual de bromista, por lo que ya era conocida como “la gran Lucía”, pero con todo y ello, sus amigos se pusieron de acuerdo para darle a beber de su propia medicina, siendo el momento perfecto para que se diera cuenta de todas las consecuencias que traía hacer bromas de pésimo gusto, tendría que pagarlas todas juntas, aseguraban ellos.
Cada una de las víctimas de sus constantes juegos lograron reunirse y organizar un viaje a una casa antigua, espacio donde se llevaría a cabo esa pequeña broma.
Dicha broma especial para Lucía, en segundos pudo convertirse en un cuento terrorífico, resultando que al llegar al bosque empezaron a entrelazar los hilos de la broma que Lucía enfrentaría. Cuando todos pudieron llegar al campamento, a Lucía le dieron un medicamento para que se quedara completamente dormida.
Al despertar, la joven bromista vio a su alrededor un campamento pero lleno de sangre, todos con sangre y cortes en todo el cuerpo. Ella no sabía qué pasaba, qué era lo que había sucedido y al ver todo el escenario solo se podía preguntar qué era lo que pasaba, con mucho susto y preocupación.
Cuando de repente vio en la lejanía de la casa vieja, una persona con un machete sostenido en una de sus manos, por lo que se aproximó a pensar que ella sería la siguiente víctima. Empezó a llorar con desesperación y quiso salir corriendo con mucho susto y temor.
Miraba a su espalda y veía a todos sus amigos rodeados de sangre, pensando que solo se trataba de una pesadilla, cada mirada le recordaba que debía correr pues presentía que el asesino estaba justamente en su parte trasera y debía salvar su vida.
Al empezar a correr, se tropezó y cayó al suelo, teniendo una última visión del asesino frente a su cuerpo en modo de sombra. Esta imagen terrorífica, le ocasionó un paro cardíaco, quedando muerta en el mismo instante.
Una vez que los amigos se dieron cuenta, quedaron perplejos pues la broma pesada, tuvo muy malas consecuencias y fue la historia de su vida que de una broma, pasó a ser el deceso de su felicidad.
Nadie pudo ser enjuiciado por lo que ocurrió, pues las autoridades pudieron entender todo lo que aconteció. Las leyendas cuentan que en tal casa antigua, a todos los que se quedan hospedados empiezan a jugarles bromas pesadas durante toda la noche, siendo un motivo importante para que nadie quiera quedarse allí, ni siquiera en grupo.
Antes de hacer una broma pesada, piensa en las consecuencias que esta pueda traer, ya que puede ser el paso a la peor decisión.
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