Descripción: Basado en una leyenda China, Houyi es un valiente encargo que un día, recibe una misión muy importante para ayudar al emperador.
Personajes: Houyi, Dijun, Emperador
PRIMER ACTO
El emperador de China, envuelto en una larga túnica de seda, camina preocupado por su salón real. Entonces se asoma a la ventana, llamando al dios del cielo oriental.
Emperador: Dijun, mi señor, guardián del cielo de China, por favor, preséntate ante mí pues hay algo que debo pedirte.
Al instante, se asoma a la ventana un sujeto con una máscara oriental, muy misterioso y que porta también una túnica de diversos colores.
Dijun: ¿Me has llamado?
Emperador: Sí, mi señor. Por favor, hay algo que aflige mucho a mi pueblo y necesito de su ayuda.
Dijun: Habla.
Emperador: Como usted sabe, le estamos muy agradecidos por el regalo de los diez soles que ha colocado en el cielo. Pero mi gente no puede soportar tanto calor. La luz ciega sus ojos y su piel se siente tan ardiente, que no pueden salir de sus casas.
Dijun: ¿Qué esperas que haga?
Emperador: ¿Habrá alguna forma de ayudar a los míos?
Dijun: Ahora que lo pienso, hay una. Me encargaré de inmediato.
Dijun sale de escena.
SEGUNDO ACTO
Ahora, el dios Dijun se encuentra dentro de su palacio celestial con un joven que porta un carcaj con su arco y flechas.
Dijun: Houyi, te he llamado por una razón muy importante. Los humanos necesitan de nuestra ayuda.
Houyi: ¿Los humanos? ¿No están contentos con los regalos que les diste?
Dijun: No, al parecer me equivoqué al colocar diez soles en el cielo, pues su calor les hace demasiado daño. Solo quería que tuvieran luz suficiente.
Houyi: ¿Y yo qué puedo hacer?
Dijun: Eres el dios de la arquería y sé que nadie tiene mejor puntería que tú, al usar tu arco. Por eso quiero que derrumbes nueve de los diez soles que he creado, para disminuir su sufrimiento.
Houyi (preocupado): Pero Dijun, tú sabes bien que eso es imposible.
Dijun: ¿Por qué va a ser imposible? Eres un dios. Basta con que pongas todo de tu parte para lograrlo.
Houyi: Lo intentaré… pero espero que esto sea lo correcto, Dijun. Los humanos no merecen sufrir por nuestras decisiones.
TERCER ACTO
En la escenografía se ve un hermoso cielo lleno de lunes, frente al cual cuelgan diez esferas que parecen estar en llamas. Houyi entra en escena y toma su arco y flechas.
Houyi: Espero que esto funcioné.
Uno por uno, va derribando los soles en escena hasta que únicamente queda uno. Houyi se pasa la mano por la frente, exhausto y en ese instante, entra Dijun en escena.
Dijun: ¡Bravo, Houyi! ¡Bravo! Sabía que lo lograrías.
Houyi: ¿Estás seguro de que esto será suficiente para ayudar a los humanos? ¿Qué tal si ahora se mueren de frío?
Dijun: Imposible, esa estrella a la que le perdonaste la vida tiene la fuerza suficiente para calentar a los hombres y alumbrar su camino sin cegarlos. Créeme, Houyi. Acabamos de hacer lo correcto.
Houyi: Ojalá que el emperador se quedé satisfecho con nuestro trabajo.
Dijun: Estoy seguro de que así será.
FIN
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