Una gatita presumida, gana su vida amorosa después de haberse conseguido una moneda de oro, con la cual hace una compra que la hará ver como el amor de la vida de muchos.
Personajes
Ratita
Ratón
Gallo
Cerdo
Gato
Perro
La ratita deja de barrer, mientras se encuentra mirando el suelo, por algo que le inquieta.
Ratita: Pero mira, ¿Qué es esto? Una moneda de oro. Seguro se le cayó a alguien pero, ahora no hay nadie alrededor, si no aparece nadie por ella, me compraré algo que quiero.
Después de un buen rato…
Ratita: Bueno, parece que no ha venido nadie por la moneda, ahora la pregunta es ¿qué podré comprarme con esta moneda. ¡Ah ya lo se! Unas agujas para coser mi delantal. No, mejor no porque me podría pinchar, mejor me compraré una rebeca nueva.
Entra el Gallo a la casa de la ratita
Gallo: ¿Ratita? Oh no, acaba de salir. Daré un paseo y regresaré a buscarla en un rato.
Entra un cerdo
Cerdo: Por las alcachofas de mi tío Eugenio, no está la Ratita, ¿se iría a buscar algo de comer? Volveré después a buscarla.
Regresa la ratita presumida con su nueva rebeca y regresa el gallo
Gallo: Ratita presumida, que bella que estás hoy.
Ratita: Gracias Sr Gallo por el cumplido.
Gallo: ¿te casarías conmigo?
Ratita: ¿Y por las noches que harás?
Gallo: Al llegar la hora de la media noche, gritaré a todo pulmón: Kikirikiii
Ratita: No, no puedo casarme contigo, me asustaré si haces eso.
Llega el cerdo…
Cerdo: Ratita presumida, hoy estás más guapa que nunca.
Ratita: Se lo agradezco, Señor cerdo.
Cerdo: ¿Te gustaría casarte conmigo?
Ratita: ¿Y por las noches, qué haras?
Cerdo: En las noches me paseo por toda la casa gritando para ahuyentar a los ladrones ¡oink,oink!
Ratita: No, no me casaré contigo, porque me asustarás en las noches.
Entra un viejo perro…
Perro: Bella ratita, estás bien guapa hoy
Ratita: Gracias, Sr Perro.
Perro: ¿te casarías conmigo?
Ratita: solo si me dices ¿qué harías por las noches?
Perro: con la llegada de la noche, me encanta ladrar y así poder desear las buenas noches a todos los vecinos. Guau Guau.
Ratita: No, no me casaré contigo, ya que en horas de la noche me asustarás.
Lo mismo pasó con el gato, pero este sí pudo convencerla con ayuda de mentiras y dulces palabras, pero el ratón que estaba cerca de su casa pudo ver todo lo que este planeaba. Después que el gato entró a la casa de la ratita…
Ratita: Auxilio, Auxilio, el gato me quiere comer.
El ratón le deja su guarida para esconderse pero le tienden una trampa al gato, cuando este último se acerca una red, lo toma completo dejándolo encerrado.
Gato: Ratita mia, vine a buscarte, sino me sueltas ¿cómo nos casaremos?
Ratita: no me casaré con usted, señor gato. Aquí el valiente, el que ha querido salvarme y el que me ha dado protección es usted, el señor ratón.
Ratón: Gracias Ratita presumida, ante todo siempre supe que usted sería el amor que yo tanto había estado esperando.
Ratita: Con usted comeré el mismo queso y la misma felicidad.
¡Se casaron y fueron felices para siempre tal y como los dos lo planearon!
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