Descripción: Sansón es el hombre más fuerte elegido por Dios para gobernar Israel. Pero un grave pecado le hará perder su mayor virtud: su extraordinaria fuerza.
Personajes: Narrador, Sansón, Dalila, Filisteos
PRIMER ACTO
Narrador: Existió hace mucho tiempo sobre la tierra de Israel, un joven hebreo llamado Sansón, hijo de Manoa, a quien nunca le habían cortado el pelo, pues Dios había ordenado a su padre que su cabello permaneciera intacto. Gracias a él, Sansón sería el hombre más fuerte y algún día habría de gobernar sobre los filisteos.
Sansón aparece en escena, tiene apariencia musculosa y un cabello largo hasta los hombros.
Narrador: Un día, temerosos por la fuerza de aquel extraño hebreo, los filisteos mandaron apresarlo para entregarlo a las fieras.
Filisteos: ¡Alto ahí! ¡Vendrás con nosotros por rendirle culto a un dios ajeno!
Los filisteos sacan unas cuerdas y se echan sobre Sansón para atarlo, pero él, haciendo uso de su poderosa fuerza, consigue tumbarlos a todos en el suelo.
Sansón: ¡El único Dios es el de los israelitas! Un ser misericordioso que no permitirá que sigan oprimiendo a mi pueblo.
Sansón vuelve a pelear con sus enemigos hasta que estos caen rendidos y el desaparece de escena.
SEGUNDO ACTO
Narrador: Humillados por ser vencidos por aquel humilde hebreo, los filisteos tramaron un plan para hacerlo caer ante ellos. Llamaron a una espía llamada Dalila, la cual era muy hermosa y astuta.
Dalila aparece en escena, vistiendo una túnica y hablando con los filisteos.
Narrador: Así, Dalila fue a buscar a Sansón y usando su belleza, se las arregló para seducirlo y conducirlo al pecado.
Dalila va con Sansón y este la mira con embeleso, mientras ella lo halaga y toca uno de sus brazos.
Dalila: Dicen que eres el hombre más fuerte de Israel.
Sansón: Dios me ha dado un gran poder para defender a mi gente.
Dalila: ¿Y cómo es eso posible? Nunca en mi vida había visto a un hombre tan fuerte como tú.
Sansón: Es gracias a mi cabello, (tocando su larga melena). Jamás me lo he cortado. Es por medio de esta melena, que el espíritu del señor se hace presente en mí.
Dalila: Interesante… ¿quieres acompañarme a mi casa?
Sansón y Dalila salen de escena, con ella colgada de su brazo.
TERCER ACTO
Narrador: En casa de la espía, Sansón desobedeció las órdenes de Dios de mantener siempre una conducta piadosa y correcta, y aceptó beber con ella hasta embriagarse. Esto lo hizo comportarse de un modo tan vergonzoso, que al final cayó rendido y perdió el conocimiento.
Se muestra a Sansón sobre el escenario bebiendo hasta desmayarse. Dalila saca unas tijeras.
Narrador: Aprovechando su momento de debilidad, Dalila le cortó todo el cabello…
La espía le corta grandes mechones de pelo a Sansón.
Narrador: … hasta que él perdió toda su fuerza. Y entonces los filisteos atacaron.
Los filisteos entran y atan a Sansón, quien no puede defenderse.
Filisteos: ¡Ahora no eres tan fuerte, ¿verdad?! ¡Esto te pasa por alardear ante nosotros! ¡Serás devorado por los leones!
Narrador: Esa fue una dura lección para nuestro héroe, aunque tiempo después él habría de cobrarse venganza. Pero esa es una historia para otra ocasión.
FIN
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