Había una vez en un pueblo conejero un conejito llamado Alegría, curiosamente su personalidad no era muy alegre que digamos, empezando por el hecho de que detestaba su nombre, a los otros conejos, y bueno a todo el que lo mirara.
Rocko un conejito muy especial, más pequeño que la media, algo tonto pero leal y muy cariñoso, se podría decir que es el mejor amigo de Alegría quien lo acompaña siempre en sus aventuras o desventuras como prefieran llamarle, es el único conejito en todo el pueblito que lo soporta.
—Vamos a buscar algo de comer Alegría, dime quieres unas ricas zanahorias—
—Te he dicho que no me llames así zoquete, dime Dash—
—Bueno Dash quieres, ¿quieres zanahoria? —
—Tienes acaso un huerto en tu casa para andar ofreciendo—
—Pero le podemos pedir a la señora Lola que nos de algunas, he escuchado que es muy buena y regala zanahorias a quien le ayude a espantar a los bichitos y a cortar un poco las malas hierbas—
—No eso no va conmigo ve tu—
Rocko se dispuso a ir a casa de la señora Lola quien gustosamente acepto el trato con el adorable conejito, le dijo que volviera más tarde por las zanahorias, Rocko feliz y contento regreso a la madriguera de su amigo.
—Alegría, Alegría, oh que digo, Dash—
—Puedes callarte tonto, estoy tratando de hacer una manta—
—Oh te puedo ayudar, sabes podríamos usar algo de algodón para rellenarla y que este más caliente durante el invierno, el huerto del señor bigotes tiene mucho algodón y el regala un poco a quienes le ayuden a cosecharlo, y la tela podríamos pedirle a la señora Bony que nos dé un poco de la suya ella es una buena costurera y siempre le sobran restos de tela. —
—No seas zoquete nadie regala las cosas porque si, vete a hacer otra cosa que tengo que dormir—
Rocko nuevamente partió solo, primero fue a casa del señor Bigotes quien acepto muy agradecido ayuda, a cambio le dio un saco entero de algodón, luego se dirigió con la señora Bony quien acepto darle unos buenos trozo de tela a cambio de una porción de algodón, tenía más del que necesitaba así que no le molesto en lo absoluto, de regreso paso por la madriguera de la señora Lola a recoger las zanahorias.
—Alegría, perdón, Dash, mira lo que tengo aquí—
La nieve ya había caído y Alegría sufría del frio y el hambre.
—Que haces aquí, no doy casa a los mendigos, vete a mudar a otra parte—
—No me estoy mudando Alegría te traigo estas cosas—
—Y dónde estás viviendo supe que tu madriguera se hizo nada cuando el túnel colapso—
La sorpresa embargo el corazón de Rocko quien abandono la madriguera de su amigo, olvidando su bolsa, Alegría miro el paquete con mucha curiosidad y después de pasar varias horas su amigo no regresaba, decidió abrirla, para su sorpresa dentro había una manta recién tejida rellena de algodón, varias viandas que contenían pastel de zanahoria, empanas y sopa.
Rocko lloraba desconsolado en lo que era su cama, la madriguera había quedado totalmente destruida, y ahora con la llegada del invierno no podría buscar a tiempo un lugar donde dormir.
Alegría se acercó y coloco una mano sobre su hombre y dedicándole una sonrisa de dijo
—Vámonos a casa, a nuestra casa amigo—
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