A principios del siglo XXlll, en un viaje de campo, la familia Robinson llegó a un oscuro y tenebroso pueblo que tenía muy pocos habitantes. Iban caminando cuando de repente, se soltó una fuerte lluvia. Todos echaron a correr hasta encontrar una vieja y abandonada cabaña, donde pasaron la noche.
Cuando escucharon ruidos extraños, el pequeño Dylan fue a investigar. Se asomó por una ventana y no vio nada, así que mejor se fue a dormir. Al día siguiente, Dylan le contó lo sucedido a su padre y el Sr. Robinson no le creyó. Se lo contó a su madre lo sucedido y ella sí le creyó.
La Sra. Robinson fue a buscar lo que había asustado a Dylan, mas no encontró nada.
Con la llegada de una repentina neblina, todos volvieron a la casa. Al cabo de un rato, a Dylan y su hermana Cora les dio hambre, así que el Sr. Robinson salió a comprar comida y la Sra. Robinson, junto con los niños, intentó prender la estufa, pero no encendía.
Dos horas más tarde, el Sr. Robinson no llegaba y los niños se morían hambre. La Sra. Robinson optó por que salieran a buscar a su marido.
El primer lugar en el que preguntaron por él, fue una carnicería. El dueño le dijo a la Sra. Robinson que no había visto a su esposo, pero antes de que se fuera le preguntó si acaso conocía la historia que aquella cabaña. La mujer palideció cuando le contó que, por cada familia que durmiera o viviera ahí, uno de sus integrantes desaparecía.

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