Descripción: Obra corta cristiana. Nayeli sufre de anorexia, pero con un poco de fe y la visita de alguien especial, su vida puede volver a la normalidad.
Personajes: Nayeli, Jesús, Mamá, Papá
PRIMER ACTO
En el baño se encuentra Nayeli, una chica de pelo negro rizado y muy delgada, que está devolviendo el estómago frente al váter. La chica se incorpora temblando y tira de la cadena. Luego se encoge en un rincón para llorar.
Nayeli: Ya no puedo vivir así, estoy harta. Odio mi cuerpo, odio el hambre que me tortura a cada rato. Dios mío, ¿por qué tuve que nacer siendo tan imperfecta? ¿Por qué?
La madre de Nayeli entra precipitadamente.
Mamá (asustada): ¡Hija! ¿Qué has hecho?
Nayeli: ¡Estoy cansada, mamá! ¡Cansada!
Mamá: Odio ver que te destruyes así, (se agacha a su lado para abrazarla, sollozando). ¿No ves que eres perfecta tal y como eres, hijita? ¿No ves que todos te amamos así?
Nayeli (furiosa): ¡PERO ESTOY GORDA, MAMÁ! ¡GORDA!
Nayeli se revuelve furiosa en sus brazos y la aparta de ella.
Nayeli: ¡Déjame sola!
Su madre se cubre el rostro con las manos mientras su hija sale a toda prisa.
SEGUNDO ACTO
Nayeli se encuentra durmiendo cuando una luz blanca la despierta. Un hombre vestido con una túnica blanca entra de un lado del escenario.
Nayeli: ¿Quién… quién eres tú?
Jesús: Me conoces, Nayeli. Hace tiempo que estoy buscando entrar en tu corazón pero tú, con ese odio a ti misma y al mundo, no me has dejado aliviar tus penas.
Nayeli: Tú… ¿tú eres Jesús? Pero, ¿cómo es posible?
Jesús: Tu madre ha orado mucho por ti y todas las noches me pide que cure esa enfermedad que se ha apoderado de tu mente. Nayeli, ¿por qué insistes en maltratarte tanto?
Nayeli llora.
Nayeli: ¿Cómo no hacerlo? Si estoy harta de esta grasa, de que todos se burlen de mí por no ser perfecta.
Jesús: Fuiste creada a semejanza de Dios y solo por eso ya eres perfecta, ¿no ves lo mucho que él te ama?
Nayeli: Estoy cansada de sufrir, quiero volver a ser la de antes.
Jesús: Si me dejas entrar en tu corazón y tienes fe, te prometo que salvarás tu vida. ¿Quieres volver a ser feliz, Nayeli?
Nayeli: Sí quiero.
Jesús la abraza y ella suspira aliviada, mientras una luz blanca los envuelve.
TERCER ACTO
En el comedor de la casa, la madre de Nayeli termina de poner un pastel para su hija, que entra en ese momento con su padre.
Nayeli: ¡Mamá! El doctor ha dicho que subí un kilo y mi corazón ya no está en peligro.
Mamá: ¡Eso me alegra mucho, hija! (La abraza). Te he preparado tu pastel favorito para celebrar que estás mejor.
Papá: Sí, con mucho esfuerzo nuestra hija ha logrado superar su trastorno alimenticio. Es realmente una luchadora.
Nayeli: Gracias, papá. Pero no lo habría logrado sin ustedes y sin el amor incondicional que me enseñaron a tenerle a Dios. Ahora él está en mi corazón y sé que mientras mi fe sea grande, no hay nada de lo que deba temer.
Papá: Te amamos, hija. Nunca lo olvides.
Nayeli: Y yo a ustedes.
La familia se abraza.
FIN
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