María tenía una meta, cruzar la frontera para encontrarse con su hermana Roberta, la vida para ella luego de perder a su madre ha sido dura, con mucho trabajo y esfuerzo su hermana mayor pudo partir de manera legal a Estados unidos.
Pero la situación económica para María la obligo a realizar un sinfín de quehaceres para mantenerse tan siquiera, no podía costearse el boleto para viajar.
Una dura decisión la llevo a tomar el que sería el peor camino de su vida, su elección fue enfrentarse a un desierto abrazador, animales salvajes y por ultimo a los cuerpos policiales que custodiaban la frontera de estados unidos.
Sin preparación de ningún tipo, la vida en su país no le prometía nada, migrar al norte le daría oportunidades que jamás encontraría quedándose.
Un grupo de personas dirigidas por un hombre quien afirmaba los llevaría a salvo al otro lado se adentraron en el desierto, pero la fortuna no brillaba para este grupo y su auto se averió a mitad de camino.
Solo había dos opciones, regresar a una vida sin mayores aspiraciones, o continuar hacia adelante a lo desconocido en busca de una mejor vida.
Todos decidieron continuar, el que sería su guía les dijo que era una locura, el regreso, sin agua, ni comida y llenos de esperanzas el grupo conformado por una mujer embarazada, un adulto mayor, una mujer con su hija y María continuaron a lo desconocido.
Durante dos días vagaron sin rumbo, el sol quemaba sus cabezas y la desesperación se apodero de ellos, Rodrigo, el señor; fue el primero en darse por vencido, su cuerpo no resistió, luego Maritza la mujer embarazada, el hambre y la sed consumieron su cuerpo rápidamente, no hubo mucho que hacer.
Cuando se encontraban en su tercer día María había perdido toda esperanza, tan solo la acompañaban Juana y su hija Lana.
Las noches eran terribles, un frio infernal se apoderaba del desierto y los animales nocturnos acechaban durante las noches, serpientes y coyotes eran su mayor problema pero hasta los momentos no han sido un problema.
Eso llegaron a pensar hasta que esa noche algo sucedió, una horda de coyotes hambriento y muy agresivos rodeo a las mujeres, María no sabía qué hacer, el miedo se apodero de ella, su única opción era correr, pero estos animales atraparía a una de ellas para saciar su hambre.
María tomo una roca y golpeo fuertemente a Juana dejándola inconsciente, los coyotes destrozaron su cuerpo en minutos, su hija también fue víctima del brutal ataque.
Se encontraba sola vagando en el desierto, sin saber a dónde ir, decidida a llegar a su destino pero estaba al límite, justo cuando comenzó a divisar una enorme reja supo que era su oportunidad, corrió como nunca lo había hecho en su vida, corrió para cruzar esa muralla que se interponía entre ella y su felicidad.
Una bala puso fin a sus esperanzas de un futuro mejor, a lo mejor era una lección de la vida, por haber sido una mala, quizás encontraría su paz en otro lugar.
Roberta en cambio la felicidad colmaba todo su ser, al fin había conseguido lo suficiente para traer a su hermana a los estados unidos y cumplir todos sus sueños.
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