La vida en ocasiones cuando cierra una puerta, te abre una ventana, o así era la filosofía de vida de Tatiana, una joven que nunca tuvo suerte en el amor, su última relación término debido a una infidelidad, ella pensó que ese hombre seria el indicado pero resulto ser otro fracaso.
Ya el verano tocaba su puerta, una oportunidad de alejar la rutina y los pesares de su vida, una cabaña a las orillas de la playa fue su mejor opción, un lugar tranquilo y sereno para pasar los días meditando y divirtiéndose.
Ya estaba a una edad donde no podía perder el tiempo con juegos, ella necesitaba un hombre que la representara, que diera la talla, pero esto na sido lo que le ha tocado.
Una mañana mientras paseaba con su mascota, un labrador, a las orillas de la playa encontró una botella con un mensaje dentro.
“En alta mar la vida es solitaria, te da el tiempo para pensar y descubrir cosas de ti que las constantes presiones de la sociedad no te permiten encontrar, solo cree en ti”
“Si esto llega a alguien, espero que creas más en ti de lo que otros terminaran por hacer”
Algo muy intrigada quedo Tatiana, pensó que este tipo de cosas solo las enviaban los náufragos en las películas, este hallazgo termino por darle un bueno comienzo a su día.
Al transcurrir los días la confianza de Tatiana aumentaba, el mensaje en la botella la hizo creer en sí misma, poco a poco sus paseos a la orilla de la playa se volvieron frecuentes en busca de más mensajes. No tardó mucho en aparecer otra botella.
“Mis pensamientos han llegado a un punto donde las palabras no dañan mi ser, no penetran en lo que he construido con mucho trabajo, mi paciencia es solo para aquellos que se la merecen, las personas toxicas no entran en mi mundo ni en el tuyo, ten esto en cuenta”
Los mensajes se volvieron frecuentes y parte de la vida de Tatiana, le ayudaban a crecer como ser humano, le daban la fortaleza que necesitaba para continuar, pero había algo que la intrigaba, ella quería saber quién era el autor de los mensajes.
Una mañana encontró lo que sería el último mensaje del desconocido
“Hoy regreso tierra firme, tan solo esperando que mis palabras hayan sido de ayuda para aquellos que de verdad necesitan un empujón para empezar a dar todo lo que tienen, espero conocer a las personas que les fue útil mis mensajes, me despido con cariño, Sebastián”
Sebastián era el nombre del hombre que nunca había conocido pero que ha cautivado su alma, se propuso una nueva misión para este verano, encontrar al hombre.
Durante todas las mañanas y las tardes camino por la playa, visito los puertos en búsqueda del misterioso Sebastián, pero nunca dio con él y sus vacaciones habían llegado a su fin.
De regreso a su rutina parecía que todo había sido en vano, su ánimo quedo destrozado, esto se reflejaba en su trabajo como gestora en un banco.
Aun le tocaba ver un último cliente del banco antes de irse, su cansancio era evidente.
—Una mujer tan joven y hermosa no debería dejarse abatir por las presiones del día a día, es mejor dejar que todo fluya—
—Gracias señor, me dice su nombre por favor y en que puedo ayudarlo—
—Mi nombre es Sebastián—.
¡Sé el primero en comentar!