Para un ser humano los 5 sentidos es la característica que les hace saber que están en este mundo. Desde sentir con su cuerpo, y degustar, oír, ver y olfatear. Nuestro cerebro puede llegar a tener capacidades infinitas a través de ellos. Pero ¿Es capaz de desarrollarse si no tuviera ninguno? Un grupo de científicos ha querido comprobar desde siempre lo que pasaría en el cuerpo humano si estos dejaran de existir luego de tenerlos.
Experimentar con humanos es algo que la ciencia tiene prohibidos desde su origen, pero la única manera de averiguar la incógnita es que se experimente con un ser humano para poder comunicarse. Por fortuna ellos consiguieron a un anciano que se prestó para el experimento, la gran sorpresa para ellos es que ha sido un mismo integrante de este grupo de científicos.
Se trataba del hombre más experimentado, un anciano de 80 años llamado Jhon, estaba dispuesto a dar la vida por encontrar la respuesta. El decía que la única manera de encontrar la respuesta era desactivando los 5 sentidos desde su cerebro, con ello podría experimentar el mismo lo que el humano era capaz de sentir con su cerebro luego de que sus sentidos desaparecieran por completo.
El grupo de los otros científicos, Juan, José y Kevin no estaban dispuestos a realizar el experimento de quitar sus 5 sentidos, pero por orden de Jhon tuvieron que acceder a hacerlo.
Jhon: Chicos, no se preocupen, estaré bien. Ustedes más que nadie saben que no tengo familia, mis hijos me abandonaron y mi esposa murió. En dado caso de que mis hijos aparezcan entréguenles esta carta. En donde les dejo mis bendiciones y buenos deseos.
José y Kevin no quisieron aceptar, pero Juan entendía la situación del anciano. Su sueño era descubrir esa incógnita y hasta donde había llegado en la vida no pudo encontrar respuesta ¡No podía morir si no descubría ello! Por eso, Juan, José y Kevin procedieron a realizar el experimento con mucho dolor. Antes de empezar le dijeron a Jhon que no olvidara hablar en todo momento en el que pudiera ver algo, o al menos lo que su cerebro creara luego de arrancarle sus 5 sentidos.
Durante 18 horas en el quirófano, haciendo la operación más delicada que pudieron llevar a cabo sedaron al hombre, el actuó de manera completamente normal al despertar, aunque él no abrió los ojos por que no podía sentir si estaban abiertos o cerrados. Por un momento ellos se sintieron incómodos y decidieron atarle a una cama.
Duro horas sin decir una palabra. Luego de un buen rato empezó a moverse de un lado para otro sin decir nada. José le da una buena palmada en el pecho a ver si reacciona, pero nada. Pasaron un par de semanas, al hombre le daban de comer para que pudiera sobrevivir con normalidad, pero su expresión en el rostro al hacer las labores diarias de un humano era de asco.
Varios días después el abrió los ojos y los 3 científicos se habían quedado sorprendidos, pudieron ver que habían cambiado, su retina ahora era de color grisáceo. En ese mismo instante todos se quedaron paralizados, porque Jhon emèzó a hablar.
Jhon: No comprendo cómo puedo ver grandes masas de oscuridad moviéndose entre sí ¿Son ustedes chicos? Háblenme por favor.
Los 3 científicos empezaron a gritarle despavoridos y desconcertados.
Juan: John ¿Me puedes oír enserio? ¿Qué vez?
José: John que sientes ¿Puedes oler algo?
Kevin: ¿Qué pasa Jhon? ¡Dinos algo hombre!
Lamentablemente no respondió sus preguntas, sino más bien hacía muchas más.
John: ¿Qué es esto? Veo grandes masas negras moviéndose entre sí, me intentan sujetar ¡Me estñan sujetando!
Al cabo de unos minutos
John: ¿Por qué me sujetas? ¿Quién eres tó? ¡Déjame!
Pasaron horas desde que el hombre empezó a quejarse, llegando la hora de dormir y el aún quejándose de que grandes masas de oscuridad intentaban sujetarlos. Pasó la madrugada hablando sólo sobre lo mismo y los 3 científicos no pudieron dormir, así que por la mañana lo sedaron para que pudiera descansar sin problemas. Pero esa misma mañana, cerca de la hora del almuerzo Jhon despertó de nuevo, sus ojos sangraban, empezó a describir algo que dejaría atónito a cada uno de los científicos:
John: Veo muchas caras en el suelo, muchas manos saliendo de las paredes, hay algo que me está persiguiendo, pero no me puede alcanzar aunque yo no corra, y, aunque no lo haga siempre está en la misma posición.
Por un momento cada uno de los científicos pensó en que John estaba tomándoles el pelo, pero se dieron cuenta varios días después de que no era así. Jhon empezó a decir algunas cosas que los dejarían helados. Aunque fueran científicos que trabajaran desde hace muchos años era imposible de que dijeras tales cosas.
Jhon: Kevin, tu abuela Marta dice que quiere estar pronto contigo, pero que disfrutes la vida junto a tu esposa, le prestes atención a tus hijos y le dejes de ser infiel a tu mujer con la secretaria Gabriela. José, tu papa dice que no tuviste la culpa en el accidente de coche donde el murió y tu conducías. A José le pareció esto increíble, pues su papá le enseñó a manejar coche cuando tenía 14 años (Ambos tuvieron un accidente en donde murió el padre a causa de un impacto del lado del pasajero) Juan, dios te ama, la ciencia nos ha enseñado a alejarnos de él y demostrar que no existe, pero estoy hablando con él.
Esta fue la gota que derramó el vaso para los 3 científicos, ninguno creía en Dios, todos eran ateos y siempre trataban de demostrar que Dios no existe. En ese instante Jhon se arrodillo y empezó a llorar sangre abundante, su piel estaba pálida y empezó a helarse. Todos se miraron entre sí y sabían que al anciano le quedaba poco, sus ojos se voltearon en blanco y sus venas relucían en la superficie como si se fueran a reventar.
Jhon: Dios ha venido por mí, lo he podido ver. Chicos, esta es mi hora, nunca debimos jugar con fuego. Dios no vendrá por nosotros, el… el ya nos ha abandonado.
En ese momento Jhon cae desplomado al suelo, sin vida.
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