En una casa de buena familia, vivía un gato gordo y mimado, al que nunca le faltaba nada. Todos los días su plato estaba lleno a rebosar y aún así, recibía de buena gana las sobras de sus amos cada vez que se sentaban a comer. Era muy querido por ellos y lo colmaban de atenciones, cepillaban su pelo y le dejaban dormir cuanto quisiera. Se trataba pues, de un animal feliz y con mucha suerte, que por si fuera poco, también era el mejor cazando...
Categoría -Fábulas Infantiles
Una fábula, es una historia pequeña que se caracteriza por estar ligada a una moraleja o lección. Cada una nos enseña buenos valores y nos da motivos para conducirnos con honestidad y bondad. Sus personajes; animales por lo general, son amenos, divertidos y siempre nos invitan a pensar.
Las fábulas infantiles que podrás encontrar en esta sección, incluyen pequeñas historias de autores tan célebres como Esopo, Samaniego y Jean de la Fontaine. Algunas de ellas, como «La cigarra y la hormiga», «La tortuga y la liebre» o «La gallina de los huevos de oro», son tan sabias y tan famosas, que han logrado trascender a través del tiempo. Y seguramente disfrutarás leerlas una y otra vez.
Así mismo, hay que decir que a pesar de estar pensadas para niños, son una maravillosa lectura para los adultos que amen las historias llenas de sabiduría y reflexión.
¡Esperamos que te gusten nuestras fábulas infantiles!
Un pastor se fue a la montaña para llevar a comer a sus cabritas. Eran doce animalitos muy obedientes y dóciles. Estando ahí, se mezclaron con las cabras salvajes que vivían entre los peñascos, sin que ninguna peleara o se mostrara hostil ante las demás. Convivían de un modo tan pacífico entre todas, que el cabrero tuvo una idea. —Me las voy a llevar todas a casa, así mi rebaño será mucho más grande. Dicho y hecho, reunió a todas las cabritas y...
Esta era un águila muy hambrienta, que recorría el cielo buscando algo que pudiera cazar. Hacía un calor insoportable ese día y el hambre no la dejaba pensar con su acostumbrada astucia. Lo único que deseaba era encontrar algo pronto con lo que llenarse el estómago. Fue en ese momento que sus ojos agudos dieron con un diminuto ratoncito, que se movía inquieto de un lado a otro en el suelo. Rápida como un rayo, el águila se lanzó hasta quedar...
Esta es una historia que poco tiene de mentira. Nada de lo que puedas escuchar sobre estos dos chicos es parte de un engaño. Se llaman Margarita y Pinino y ambos tienen doce años. No se conocían hasta los diez, y son de diferentes partes del mundo, aunque los dos hablan en español. Tienen la habilidad de volar, pero solo por la noche. A veces suena más romántico poder volar por a esta hora, pero también les trae problemas. La visión no resulta...
Ya estaba atardeciendo, y María Luisa dejaba el puesto de empanadas en la calle central de Humahuaca, cerca de las escalinatas donde en su punto más alto se sitúa un monumento majestuoso de Indios que, por su gesticulación, ofrecen resistencia a un ataque invasor cuatro siglos atrás, seguramente. Madre soltera, criada en una finca cerca del pueblo, donde su padre oficiaba como peón. No tuvo educación primaria, su vida estuvo dedicada al trabajo...
Un día, salió el ciervo a dar un paseo, aprovechando lo bello que estaba el sol. Pero el clima era caluroso y pronto tuvo necesidad de saciar su sed. Pudo hacerlo en un estanque de aguas claras y frías, en el que metió su hociquito con deleite: —¡Qué rico es beber de un manantial como este cuando hace tanto calor! —pensó en voz alta, satisfecho. Y de pronto, se percató del reflejo que el agua clara le devolvía de si mismo, con sorpresa y...
El gran rey de los animales estaba enfermo, para sorpresa de sus súbditos. El león no podía salir a cazar y se quejaba en su cueva, aquejado de fuertes dolores. Un búho muy sabio, consejero del felino, acudió a verlo tan pronto como le dieron aviso, pues siempre había sido capaz de encontrar una solución a todos sus malestares. Determinó pues que Su Majestad debía quedarse a descansar en casa por algunos días, hasta que los dolores pasaran. Eso...
Esta era una rana deprimida con su apariencia, que todos los días se miraba a sí misma en el estanque, sin poder hacer otra cosa más que enumerar sus defectos. —¡Qué grande es mi boca! —decía— Tan ancha como la de un buzón y emite ruidos tan desagradables, ciertamente una cosa fea. ¡Y este color verde, como el de las lechugas! A mí no me gusta para nada. Y estas manchas marrones, que son como verrugas sobre mi cuerpo. ¡Ay, qué desgracia la mía...
El niño diamante es un cuento muy pero muy viejo. Las últimas editoriales existen en libros con páginas amarillas, corroídos por años y al que ahora a nadie le interesa, pero en las primeras décadas del siglo XX, era leído por los chicos en las escuelas. La historia dice que fue escrito por alquimistas en una convención en Babilonia, muchísimos años atrás (antes que la ciencia sea reconocida como tal). El libro habla de un niño de diez años, que...
«¡En esta vida no encontramos la solución, y es muy difícil que se abra nuestro camino y prolifere nuestra existencia, si a cada paso que damos, seguimos siendo agraviadas y cazadas por ellos, los humanos!». Así comenzó el discurso del macho alfa, que en los animales es el más importante de la manada, por una cuestión biológica y cultural. Sin buscar explicaciones, en su especie, ya saben que tienen un líder y no se discute. Nosotros también...